Desde aquel 1 de mayo de 1886 -cuando la lucha de los obreros industriales estalló en Chicago y se expandió hacia otras ciudades y otras naciones- hasta la fecha pasaron 127 años y una enorme cantidad de conquistas, leyes mediante, que fueron otorgando dignidad y seguridad a los trabajadores.
En el transcurso de este tiempo se obtuvieron: jornada laboral limitada, vacaciones pagas, salario establecido por ley, salario mínimo vital y móvil, protección contra despidos arbitrarios, participación sindical, el principio constitucional de igual remuneración por igual tarea, régimen de jubilaciones y pensiones, leyes sobre asignaciones familiares, obras sociales, protección contra los accidentes de trabajo, participación del trabajador en las entidades sindicales, régimen específico para las asociaciones o sindicatos.
También se ha logrado la regulación del trabajo rural y de diferentes profesiones que no tienen cabida en la normativa básica que es la Ley de Contrato de Trabajo. Existen, además, leyes que establecen el registro del trabajador con el objetivo de combatir el llamado "trabajo en negro".
Sin embargo, ¿puede afirmarse que los trabajadores han alcanzado una situación óptima en todos los casos? ¿Es tiempo de pelear por nuevas reivindicaciones? ¿O hay que seguir reclamando derechos supuestamente ya ganados? La respuesta de la doctora Silvia Eugenia Castillo es contundente: "todavía la principal reivindicación de quienes integran el sector de los trabajadores es tener trabajo".
Radiografía del presente
Según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), al cuarto trimestre de 2012, en el Gran Tucumán-Tafí Viejo, la Población Económicamente Activa (PEA) fue calculada en 358.000 personas. Alrededor de 344.000 habitantes contestaron que tienen una ocupación. Otros 14.000 son los desocupados del distrito. La medición también registró un 44.1% de empleo no registrado (subió casi dos puntos porcentuales respecto de la anterior medición). Donde más se observa la modalidad del trabajo en negro es en la industria, la construcción y el comercio. Así, Tucumán es el tercer aglomerado urbano del país con mayor índice de empleo no registrado, sólo superado por Santiago del Estero-La Banda y por Salta. En esta provincia, hay 107.000 sin empleo registrado, según la última medición de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH).
Castillo, profesora asociada, encargada de la cátedra de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social de la UNT, y el doctor Carlos Alberto Frascarolo, profesor adjunto de la cátedra, estudiaron la evolución de la legislación laboral a lo largo de los últimos dos siglos. Por ello, LA GACETA le consultó a la docente sobre la realidad actual del mundo del trabajo.
- ¿Por dónde pasan hoy los desafíos de la clase trabajadora?
- Desde la Cátedra decimos que el Derecho del Trabajo va de la mano de las políticas económicas de cualquier país; y que también depende del momento histórico que se quiera analizar. Decimos también que el hombre debe vivir feliz con su trabajo; para ello debe tener, en primer término, "trabajo"; y este debe ser digno. No escapa, y como un pensamiento que preocupa, la existencia de numerosos jóvenes, con capacitación o títulos, que no encuentran su ubicación en el mercado laboral; y si llegan a insertarse, lamentablemente, todavía deben hacerlo aceptando trabajar "en negro". Un desafío hoy (año 2013 en Tucumán) es "tener trabajo". Toda la cobertura que acompaña al trabajo debidamente registrado está vigente, sólo resta que se la aplique con responsabilidad y de manera estricta, y que no se tenga que aceptar un empleo transitorio o efímero para poder subsistir, situación que se agudiza en el caso de que el trabajador tenga una familia a cargo.
- ¿Qué necesidades quiere ver satisfechas actualmente el trabajador?
- Preguntarnos esto es volver sobre los principios que ya mencioné, y en definitiva, lo importante es que se cumpla con lo que estatuye el artículo 14 bis de la Constitución Nacional. (N de la R: es el artículo de la Carta Magna que fija las diversas formas de protección de los derechos del trabajador).
- ¿Cómo calificaría la legislación argentina en materia laboral?
- El marco legislativo es positivo. Las leyes en esencia son buenas y como producto del obrar humano, perfectibles o modificables si la fuente real (realidad) cambia o requiere una adaptación mejor. Es conocido que existen normas sobre distintos institutos (trabajador agrario, accidentes de trabajo) que son sustituidas por otras leyes en el anhelo de mejorar las condiciones existentes (toda norma legal tiene una fuente real o necesidad que provoca su aparición). Si la ley es buena y los encargados de cumplirlas son responsables y conscientes de su aplicación y proceden en consecuencia, la protección del trabajo y del trabajador está vigente.